Contratar a un corrector profesional es una manera fantástica de obtener lo que quieres decir, escrito de la manera en que la gente quiere leerlo. No importa si se trata de una tesis o de un libro, un corrector puede ayudarte a encontrar las palabras correctas, así como asesorarte sobre la estructura y el estilo.
El corrector no solo aplica las normas establecidas por una institución o un manual de estilo, sino que también conoce los usos y las costumbres que otorgan su caracter genuino a una lengua; además, aplica los mecanismos para enlazar o separar ideas, domina la puntuación y es capaz de dotar al texto de riqueza léxica (Fundéu).